Paco Palafox
2002

Cierro los ojos y me veo ahí, años atrás, sentado en una silla más, junto a otros cuantos chicos en un salón de iglesia escuchando por enésima vez la vida de algún personaje Bíblico del cual más adelante Benjamín , mi maestro, tratará de darnos alguna reflexión para la vida futura, los minutos se hacen eternos, veo mi reloj y parece que las manecillas giran al revés, si existe la eternidad en la tierra, seguramente se manifestaba en la clase dominical, la voz de Benjamín parece la de un hipnotista que me dice: "duerme, duerme, mientras su Biblia se convierte en un péndulo con el clásico vaivén hipnótico", la clase es pesada y mi parpados aun más, mi responsabilidad es poner atención y no dormirme, entre ecos escucho como José soñaba y siguiendo su ejemplo empiezo a hacer lo mismo...

De pronto abro mis ojos y estoy en este lugar, con un micrófono en la mano, delante de un auditorio lleno de jóvenes que han venido de diferentes lugares a escuchar la Palabra de Dios a través de mi participación. ¿Qué sucedió? ¿Quién invirtió los papeles? Ahora yo estoy en los zapatos de Benjamín con la responsabilidad de darles la Palabra de Dios a los jóvenes y no dormirlos. Vaya Reto.

Esta es una de las quejas más frecuentes que escucho de parte de los chicos que asisten a alguna clase o congreso, el que llevan años y años escuchando las mismas historias de la misma manera y al final solamente les parece aburrido.

Cuando tú y yo como líderes no tomamos en cuenta a nuestro auditorio y creemos que nuestro método de enseñanza o exposición de la palabra es bueno simplemente porque así lo hemos vivido desde siempre, estamos cayendo en un error generacional, en el cuál podemos perder no sólo la atención de nuestros muchachos sino aún su decisión de seguir con Jesús.

Vivimos en un mundo donde los medios de comunicación son quienes tienen captada la atención de los jóvenes, la moda, la música, el Internet, los programas de TV, los artistas son quienes rigen las conductas juveniles aun dentro de nuestra iglesia, las estructuras comerciales, las grandes empresas trasnacionales millones de dólares por tener a un joven como cliente de su producto y le ofrecen lo que les gusta y aun más les crean la necesidad de algo para ellos mismos proporcionarlo. Conocen a la juventud y por eso tienen éxito; por eso los muchachos usan una marca de ropa, o comen en algún restaurante, por eso hablan como el locutor de moda o visten como la cantante del top-ten en el canal de música.

¿Y que hacemos nosotros? Simplemente le echamos la culpa al diablo porque está metido en todo eso que tiene éxito en nuestra juventud, y no nos damos cuenta que lo que está atrayendo a los jóvenes no es el diablo, sino el que está siendo satisfecha una necesidad, una necesidad de pertenencia, de identificación con un "algo", ya sea grupo social, producto, o aspiración.

Podemos usar las mismas técnicas que usa la publicidad y aquí esta una de las más sencillas pero que es la base para que nuestra juventud pertenezca camine y se comprometa con Dios.

Se llama AIDA, estos son los cuatro puntos básicos para que tú como líder puedas tener resultados en tu propia exposición de la palabra.

ATENCION Cuando vamos caminando por la calle y de pronto vemos un cartel en donde aparece una persona en medio del desierto medio muerta y como pidiendo limosna, inevitablemente nos detenemos a ver de que se trata esa fotografía; esto es, nos llamó la atención, un cartel debe ser "un grito en la pared" algo que llame la atención que rompa con la rutina y te haga voltear a ver. De la misma forma, rompe la rutina piensa en algo que "saque de onda" a tus muchachos, quizá llegues ala clase o al evento vestido de forma diferente, estrafalaria, en ropa deportiva, un sombrero, un perro, un pastel, lo que sea pero sin que tengas que justificar o decir para que es "eso que rompe la rutina".Manten la expectativa. Recuerdo cuando daba clase con niños de 5 y 6 años, estaban muy distraídos, gritando, corriendo sin poner atención, yo simplemente salí del salón y fui por una silla más llegue y me senté al frente y puse la silla junto a mi y la contemplaba por unos instantes sin decir nada, los niños se extrañaron y se fueron sentando poco a poco hasta que uno de ellos preguntó para qué era y simplemente les dije esta silla es para Jesús que está entre nosotros observando la clase. No hubo falta nada más de gritos tratando de calmarlos, se sentaron a contemplar la silla esperando algo más y di la clase. Ahora que me invitan a congresos algunas veces al estar en el micrófono subo a un muchacho y lo siento a espalda mía a leer revistas, o con alguna mascara o jugando ajedrez o lo que sea, la gente esta pendiente de "que será lo que hará con él" y la atención esta completa aun cuando no hagan nada ellos, pero están prestos para lo importante que es el mensaje. Recuerda Llama la Atención de tus jóvenes. Rompe la rutina.


INTERES Después de que te detuviste a ver ese cartel en la calle por que llamó la atención la foto, ahora caminas hacia el para ver de que se trata, o sea, creo el interés en ti de saber el por qué de la imagen.
Así mismo una vez que llamaste la atención con alguna acción diferente en tu auditorio ahora querrán saber para qué hiciste ese cambio, ¿por que los sentaste en el piso en vez de sillas? ¿Por qué trajiste puesto un traje de bodas puesto a la clase? o ¿por que pusiste tu laptop y una pantalla con videos?
Ellos esperaran a ver que dices o qué haces poniendo interés total, tú, sigue creando expectativa.


DESEO Leíste que el cartel era de una bebida refrescante, el hombre en medio del desierto pide no morir de sed y el slogan dice: "cuando tengas la peor sed...refréscate ya".

En ese momento sientes que tragas saliva con dificultad y volteas a ver que tan lejos esta la próxima tienda para comprar el mismo refresco que anuncian, algo fue un motivante para recordar que tenias sed, o quizá simplemente te creo la necesidad de beber.
Cuando tus chicos tienen ese interés de saber por qué fuiste vestido con una túnica de colores a la clase y personificaste a José , y hablabas en primera persona de tus sueños, de como fuiste vendido por tus hermanos, maltratado, pero que al final pudiste perseverar en los sueños y que vale la pena aguantar las situaciones tristes por ver el éxito en tu vida, tu auditorio podrá tener un pequeño motivante a reflejarse con José, desearán conocer un poco más acerca de un personaje del cual han oído antes, pero como tuvieron su mente y su cuerpo en tu personificación tienes un porcentaje de éxito mayor a que si solamente hubieses hablado. Crear el deseo de conocer lo que Dios espera de su vida.

Tal vez nunca habían reflexionado desde ese punto de vista, tenían sueños, pero no sabían como alcanzarlos, o no tenían y tú les creaste esa necesidad de soñar en Dios. Vamos bien.
ACCION
Finalmente a dos calles alcanzas a ver la tienda, te apresuras, tomas unas monedas, abres el refrigerador y por fin en tus manos ese refresco, lo abres y te lo tomas...esa es la acción terminada, el éxito del anuncio fue total, logro su objetivo sabiendo que somos vulnerables a los factores motivacionales externos. Terminaste de personificar a José, ahora te diriges a tus muchachos, simplemente les haces una invitación a tratar de ser como el soñador, a poder ver sus sueños hechos realidad con la perseverancia en Dios.

Los muchachos se ponen de pie y hacen una decisión. La Palabra de Dios llega a su corazón, tu exposición tuvo éxito, porque supiste motivar y captar la atención de tus chicos sin perderla, la acción está hecha.

Estos sencillos pasos los podemos aplicar y veremos resultados inmediatos, a todos nos gusta lo nuevo, nos gusta reír, sentirnos en confianza, evita las clases tensas, trata a los muchachos como amigos, identificate con sus vidas, no te pongas en el papel de "yo ya pase por esa edad" al contrario, que vean en ti una persona igual de vulnerable que ellos, pero aferrada a Dios y ese es el mejor ejemplo.

Por ultimo disfruta lo que haces, a veces tratamos de preparar muy perfecta una clase que olvidamos vivirla y disfrutarla, piensa en la forma en la que a ti te gustaría recibirla, y sobre todo diviértete con tus jóvenes, sé tú mismo, no aparentes, los jóvenes y adolescentes son los mejores detectores de falsedad, y si somos falsos no podemos ser verdaderos lideres.